martes, 20 de marzo de 2012

Pensamiento crítico


   Conforme he ido creciendo, me he dado cuenta de los hilos que mueven a las personas que me rodean, e incluso a mí. Lo que me sorprende tanto es que viendo que soy llevado por una sociedad y no me gusta, no intervengo en ello, ni pongo remedio a esto.
   Poco a poco me voy dando cuenta que por mucho que pensemos en cambiar las cosas, no hacemos nada al respecto por miedo a ser diferentes y que nos critiquen por esto. Además, somos nosotros mismos los que criticamos a otros por ser diferentes y por luchar por lo que piensan y quieren para ellos.
   Con 20 años recién cumplidos me veo rodeado de una hipocresía de enorme tamaño. En nuestros hogares criticamos cuanto nos rodea y no nos satisface o conviene. Y pensamos y decimos que solo lo cambiaremos si todos nos unimos para abolir esta forma de vida que llevamos, donde todos hacemos lo que unos pocos quieren. Pero al salir a la calle, ¡ay como cambian las cosas! Ahí nos vemos rodeados de personas que piensan igual que tu, pero que no se atreven a decirlo delante de los demás por miedo a un rechazo.
   Entonces es cuando depositamos nuestros pensamientos, nuestras esperanzas en manos de una serie de políticos, los cuales dicen hacer lo que muchos piensan, pero que terminan haciendo lo que más les conviene a ellos mismo sin mirar por el bien común de los que los votaron y por supuesto de los que no.
   Así vivimos hoy en día, donde cada uno mira por sí mismo y dejándose llevar por un egoísmo donde la vida y los recursos de los demás no importan, solo importa lo que uno tiene y necesita.
   ¿Qué quiero decir con todo esto? Pues simplemente una cosa sola, ¿dónde quedan las palabras vanas que se dicen en la intimidad de los hogares o de los pequeños grupos? Con esto solo conseguimos que los que dominan nuestras vidas sigan haciendo lo que han hecho hasta ahora, engordando sus cuentas bancarias y sus bienes propios. Esto es algo que nunca se quiso al redactar nuestros queridos Derechos Humanos. Las riquezas cada vez son de una minoría y no de una sociedad que cada vez se consume más y que no consigue salir del pozo. Poco a poco se van ahogando las familias en este pozo que solo encierra deudas y pobreza.
   Este escrito aparte de ser una crítica a todo lo que estamos viendo, es la forma de reflejar lo que tantos hombres y mujeres piensan, no solo en nuestro país, sino en todo el mundo. Espero que llegue el día en que dejemos nuestros miedos a un lado y consigamos restaurar y recuperar lo que es de cada uno y lo que es por ley nuestro, una igualdad absoluta y una forma de vivir en la que no tengamos tantas preocupaciones por el dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario